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Vol. 51. Issue 189.
Pages 27-35 (January - March 2016)
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¿Afecta el sildenafilo a la capacidad física en altitud? Evidencias científicas en la actualidad
Can sildenafil improve physical performance at altitude? Current scientific evidence
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Andrés Toro-Salinasa, Joan Ramon Torrellaa, Teresa Pagèsa, Casimiro Javierreb, Ginés Viscorc
a Departament de Fisiologia i Immunologia, Facultat de Biologia, Universitat de Barcelona, Barcelona, España
b Departament de Ciències Fisiològiques II, Facultat de Medicina, Universitat de Barcelona, Barcelona, España
c Departament de Fisiologia i Immunologia, Facultat de Biologia, Universitat de Barcelona, Barcelona, España. Departament de Ciències Fisiològiques II, Facultat de Medicina, Universitat de Barcelona, Barcelona, España
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Tabla 1. Resumen de los principales aspectos metodológicos de los artículos sobre el efecto del sildenafilo en condiciones de hipoxia
Tabla 2. Resumen de los cambios de los parámetros fisiológicos después de la administración de sildenafilo vs placebo reportados en los artículos revisados
Tabla 2. (Continuación)
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El sildenafilo ha demostrado eficacia reduciendo la hipertensión pulmonar provocada por la vasoconstricción pulmonar hipóxica. Su papel como posible factor para aumentar el rendimiento en el ejercicio en condiciones de hipoxia está por demostrar, pero el uso de sildenafilo ha aumentado entre los montañeros, no como un fármaco preventivo del edema pulmonar de gran altitud, sino como un medio que podría ayudar a mejorar el rendimiento físico a gran altura geográfica. Varios estudios han tratado de abordar este tema, con resultados contradictorios. Actualmente, a pesar de que no hay datos concluyentes, ni en altitud simulada, ni real, y con la clara evidencia de que en normoxia el sildenafilo no mejora el rendimiento físico, se continúa utilizando esta sustancia (a veces en exceso) por personas que suben a altas cumbres. Tal potencial mejora de rendimiento dependería del grado de hipoxemia en altitud y de la capacidad de respuesta individual a este medicamento. El presente artículo revisa el conocimiento actual sobre este tema.

Palabras clave:
Sildenafilo
Gran altitud
Inhibidor de PDE-5
Ejercicio
Hipoxia
Normobárico, Hipobárico

Sildenafil has proven to efficiently reduce the increase in pulmonary artery pressure provoked by hypoxic pulmonary vasoconstriction. However, its role as a possible factor in increasing exercise performance under hypoxic conditions remains to be demonstrated. The use of sildenafil has increased among mountaineers, not as a high altitude pulmonary edema preventive drug, but as a means that could help to improve performance. Several studies have attempted to address this issue, with conflicting results. Currently, despite the inconclusive data at simulated or real altitude, and with the clear evidence that, in normoxia, sildenafil does not improve performance, this drug is being used (and sometimes overused) by people who climb high peaks. However, such potential performance improvement would depend on the degree of hypoxemia (altitude) and the individual responsiveness to this drug. This paper reviews the current knowledge on this matter.

Keywords:
Sildenafil
High altitude
PDE-5 inhibitor
Exercise
Hypoxia
Normobaric
Hypobaric
Full Text

Mecanismo de acción del sildenafilo

A partir del trabajo de Ghofrani et al.1 sobre la mejora de la capacidad física durante el ejercicio en condiciones de hipoxia gracias al uso de sildenafilo1, varios estudios han intentado reproducir sus resultados. Sin embargo, hasta la fecha todavía existe controversia sobre si el inhibidor de la fosfodiesterasa tipo 5 (PDE-5) es una sustancia que puede realmente mejorar el rendimiento en condiciones de hipoxia. Se ha utilizado sildenafilo para tratar la disfunción eréctil2 mediante la inhibición de la PDE-5, actividad que, a su vez, aumenta la concentración local del monofosfato de guanosina cíclica (cGMP), causando así la vasodilatación mediante la inducción a la relajación de las fibras musculares lisas de la pared arterial, especialmente en el cuerpo cavernoso y los pulmones3. En los pulmones, su efecto se focaliza en el tratamiento de la hipertensión arterial pulmonar (HAP)4,5 provocada por una vasoconstricción hipóxica general: la respuesta de la vasodilatación inducida por el sildenafilo disminuye la resistencia vascular pulmonar, favoreciendo así el consumo de oxígeno y el aumento del contenido de oxígeno arterial (CaO2). También se ha utilizado el sildenafilo en pacientes que padecen enfermedades asociadas a la HAP, como la insuficiencia cardíaca crónica6,7, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica o la fibrosis pulmonar idiopática8-10. En todos estos casos, el sildenafilo disminuyó la presión arterial pulmonar (PAP) y mejoró el rendimiento físico de los pacientes.

Además de estas consideraciones médicas, el efecto del sildenafilo en la HAP y la vasoconstricción pulmonar hipóxica (VPH) también ha despertado el interés de los investigadores en situaciones de hipoxia moderada o severa en personas sanas. La exposición aguda a la hipoxia normobárica o hipobárica produce una vasoconstricción pulmonar debida a la disminución de la presión del oxígeno alveolar (PaO2), causando así una reducción de la difusión del oxígeno de los alvéolos a los capilares y la consiguiente disminución del transporte de oxígeno a los otros tejidos11. Por otra parte, el aumento de la presión arterial pulmonar provoca una sobrecarga en el ventrículo derecho, lo que influye en la poscarga y el gasto cardíaco (CO)12,13.

Hipoxia y ejercicio

La exposición a la hipoxia aguda (HA) provoca una reducción de la capacidad aeróbica máxima, afectando directamente al rendimiento del ejercicio14-16. El VO2max tiende a disminuir en proporción directa con el descenso de CaO2, que tiene lugar cuando la hipoxia aumenta17,18. El ejercicio exacerba la reducción de CaO2 debido al menor consumo de O2 durante el intercambio de gases en los pulmones1,19, lo que puede aumentar el riesgo de edema pulmonar11,20, especialmente en personas predispuestas a sufrir estas complicaciones asociadas a ascensos rápidos21. Considerando que el aumento de la PAP podría ser un factor importante que limita el rendimiento durante el ejercicio en hipoxia22,

ha sido propuesto y se ha usado ampliamente el sildenafilo como una potencial ayuda ergogénica para la actividad física en condiciones de hipoxia, debido a sus posibles beneficios sobre el rendimiento deportivo23-27. Esto podría tener un interés especial en algunos países, como los Andes o las mesetas centrales de Asia, en donde muchos deportistas profesionales, futbolistas y otros colectivos de deportes de equipo tienen que entrenar o jugar en lugares con altitudes superiores a 2.500 m. Por último, el uso de sildenafilo también ha sido presentado bajo el nombre de «Vitamina V» en algunos foros de Internet, ya que se supone que mejora la hipertrofia muscular de los culturistas y entusiastas del fitness28.

Efectos del sildenafilo durante el ejercicio e hipoxia

Estudios realizados en personas sanas, que combinan los efectos del ejercicio y la hipoxia, después de la administración de sildenafilo, proporcionan resultados contradictorios. Los estudios sobre este tema presentan una amplia gama de diseños y metodologías que dejan muchas preguntas sin respuesta sobre los posibles beneficios de la administración de sildenafilo en condiciones de hipoxia. Los siguientes párrafos presentan una revisión de los estudios más relevantes sobre la administración de sildenafilo y el ejercicio en hipoxia. Todos los estudios tienen un diseño cruzado aleatorizado, doble ciego, con placebo, excepto el de Olfert et al.15, que tenía diseño simple ciego y no utilizó placebo. La tabla 1 resume las principales características metodológicas de los estudios incluidos.

El primer estudio publicado sobre la relación entre el sildenafilo, el ejercicio y la hipoxia fue el de Ghofrani et al.1. Estos autores estudiaron a un grupo de 14 personas (12 hombres y 2 mujeres) con experiencia previa en exposición a la altura. Los datos de los participantes se registraron en reposo y durante las pruebas de esfuerzo incremental máximo (Wpico) en 2 situaciones diferentes: 1) a una altitud de 171 m, respirando a través de una mascarilla con una mezcla de gas hipóxico con un 10% de fracción de oxígeno, durante 2 h, y 2) a una altitud de 5.245 m, después de 8 días de ascenso hasta el campamento base del Everest. Bajo un entorno controlado aleatoriamente y 2 h antes de la valoración de los participantes, se administró a cada grupo una dosis de 50 mg de sildenafilo o de placebo. Sus resultados mostraron que el sildenafilo redujo la HAP en reposo y durante el ejercicio. Después de la administración de sildenafilo, la saturación de oxígeno (SaO2) mejoró en hipoxia aguda inducida (normobárica), pero no en condiciones naturales de hipoxia de gran altitud (hipobárica). El CO aumentó en ambas condiciones de hipoxia, mientras que las presiones arteriales sistémicas no fueron afectadas por el sildenafilo. El Wpico mejoró en un 32% en la hipoxia normobárica y en un 11% en la hipoxia hipobárica. La principal conclusión del estudio fue que el sildenafilo reduce la hipertensión pulmonar hipóxica en reposo y durante el ejercicio, muy probablemente debido a la reducción de la poscarga del ventrículo derecho, manteniendo un intercambio de gases adecuado, una presión arterial sistémica y un aumento de la capacidad de ejercicio durante la hipoxia severa.

Richalet et al.29 expusieron a 12 hombres sanos (no aclimatados a la altitud, de una condición física moderada) a una altitud de 4.350 m durante 6 días. El tratamiento consistió en tomar una dosis de 40 mg de sildenafilo o de placebo, 3 veces al día (a las 8, a las 14 y a las 20). Se tomaron mediciones de la presión arterial sistémica y pulmonar, el CO y la SaO2 durante 12 días, 3 veces al día. Los días 1-3 se tomaron a nivel del mar (NM), las mediciones de los días 5-10 fueron tomadas a gran altitud (GA), y la del día 12 fue tomada a NM, de nuevo, después de la exposición a GA. Se realizaron varias pruebas (Wpico). Dos de ellas a NM, una antes del ascenso y la otra después del ascenso, y 2 pruebas cada 3 días en altitud. En hipoxia, el VO2max disminuyó del 29 al 25% después de la administración de sildenafilo y del 39 al 35% con el placebo, pero en el segundo test realizado en altitud el VO2max fue más elevado que en el primero, debido a la aclimatación. Después de la administración de sildenafilo, la VPH disminuyó y la SaO2 fue significativamente mayor en comparación con el placebo en altitud. La presión arterial sistémica y el CO no fueron modificados por el sildenafilo. Se concluyó que el sildenafilo protege contra el desarrollo de la hipertensión pulmonar inducida por la altitud, mejoró el intercambio de gases, limitó la hipoxemia inducida por la altitud y disminuyó el rendimiento del ejercicio, y no alteró los procesos fisiológicos normales de aclimatación.

Ricart et al.30 expusieron los datos de 2 pruebas Wpico (5 min, 50% del VO2max) realizadas en días no consecutivos, tanto bajo condiciones de normoxia como de hipoxia hipobárica (1 h a una altura simulada de 5.000 m). Su estudio incluía a 14 hombres sanos sin experiencia en GA a los que se administró 100 mg de sildenafilo o placebo 45 min antes de cada prueba. El sildenafilo redujo la PAP en reposo y durante el ejercicio en hipoxia, mientras que en normoxia no hubo cambios asociados al fármaco. La SaO2 se mantuvo sin cambios durante la normoxia y en hipoxia en reposo, pero durante el ejercicio en hipoxia la SaO2 aumentó ligeramente. La frecuencia cardíaca (FC) mostró un incremento menor con sildenafilo en normoxia e hipoxia durante el reposo, durante el ejercicio se incrementó en normoxia, pero en hipoxia no varió. Las principales conclusiones del estudio fueron que sildenafilo disminuye la hipertensión pulmonar inducida por la exposición aguda a la hipoxia y puede ser conveniente para la modulación de la PAP. Cabe señalar que el ejercicio durante la exposición a la hipoxia hipobárica simulada fue intenso, pero muy breve (5 min). La PAP se midió a los pocos minutos de llegar a la altitud simulada, y probablemente no se alcanzó la PAP máxima y pudo haber sido subestimada.

Hsu et al.18 reportaron los datos de 10 hombres entrenados, ciclistas y triatletas, que realizaron un test de capacidad máxima de trabajo (Wpico) a NM seguido de 4 pruebas de esfuerzo (una práctica, 3 experimentales). Se utilizó el mismo procedimiento durante la respiración de gas hipóxico (12,8% de oxígeno, equivalente a 3.874 m) para simular GA. Todas las pruebas de esfuerzo tuvieron un intervalo de 3 días, como mínimo. Durante las pruebas experimentales se administró aleatoriamente un placebo o 100 mg de sildenafilo. Las pruebas se realizaron en normoxia al 55% del Wpico durante 60 min, con 5 min de descanso y una prueba contrarreloj de 10 km. En HA se realizó el test al 55% del Wpico durante 30 min, con 5 min de descanso y una prueba contrarreloj de 6 km. A NM los parámetros evaluados en reposo y en ejercicio no fueron modificados por ninguna dosis de sildenafilo, ni durante las pruebas de esfuerzo. A GA, durante el ejercicio al 55% del Wpico, el sildenafilo incrementó la SaO2 aproximadamente un 5%; el CO aumentó aproximadamente un 20%, el volumen sistólico (VS) aumentó alrededor del 17% y la presión arterial sistólica se redujo en un 9%. En la prueba de contrarreloj en hipoxia los resultados mostraron que con el uso de sildenafilo, el tiempo total fue menor (-15%), y los vatios (16%), el CO (8,4%) y la SaO2 (5,4%) aumentaron con respecto al placebo. Uno de los hallazgos más importantes de la investigación fue que 6 sujetos no experimentaron ninguna mejora en la prueba contrarreloj en hipoxia después de la administración de sildenafilo, mientras que 4 sujetos mostraron una buena respuesta a la administración de sildenafilo, ya que aumentaron el tiempo de duración en un 39%. También se observó una respuesta con un aumento de un 25% de CO en reposo y de un 32% durante el ejercicio (55% del Wpico) en GA. Otro dato notable fue que el VS en el ejercicio a 55% del Wpico después de la administración de placebo originó un mayor abandono en los respondedores (26%) que en los no respondedores (2,3%), de NM a GA, lo que sugiere una gran relación entre los valores más elevados de VS obtenidos por los respondedores en ejercicio a NM y la disminución sufrida en GA. Debido a que la HAP no se determinó, no fue posible verificar si los respondedores podrían haber tenido mayor HAP y la consiguiente reducción de llenado cardíaco que podría explicar su buena respuesta al tratamiento con sildenafilo. La principal conclusión fue que en hipoxia aguda el sildenafilo podría mejorar la función cardiovascular, la SaO2 y el rendimiento solo en algunos individuos (respondedores), y también que los respondedores positivos al sildenafilo potencialmente podrían ser identificados por su reducción del VS tras la exposición aguda a la hipoxia.

Faoro et al.14 evaluaron el efecto de la administración de una dosis de 50 mg de sildenafilo en 14 sujetos sanos (6 mujeres y 8 hombres) no aclimatados a la altitud. Las mediciones se realizaron en normoxia, hipoxia normobárica aguda (10% de la FiO2, equivalente a 5.500 m) y tras 2 semanas de aclimatación a 5.000 m en el Monte Chimborazo considerada como hipoxia crónica (HC). En reposo, el sildenafilo aumentó la FC y el CO, mientras que ambos disminuyeron la resistencia vascular pulmonar en normoxia, en GA y en HC. La media de la presión arterial pulmonar también se redujo en GA y en HC, aunque la presión arterial pulmonar sistólica disminuyó solo en GA. Durante el ejercicio en GA, el sildenafilo aumentó el VO2max, el pulso de O2, la FC y la SaO2. En la HC, el sildenafilo aumentó el VO2max y el pulso de O2. Su conclusión fue que el sildenafilo podría aumentar la capacidad de ejercicio en hipoxia normobárica aguda, debido a una mejora de la oxigenación arterial, en lugar de un efecto hemodinámico. El sildenafilo, a pesar de aumentar el VO2max y la SaO2 en GA, no pudo mejorar la carga máxima de trabajo o la tasa de intercambio respiratorio.

Kressler et al.31 estudiaron a 21 ciclistas y triatletas entrenados (11 hombres y 10 mujeres). Para determinar la capacidad de rendimiento individual, todos los sujetos realizaron tres tests Wpico, uno a NM y 2 en condiciones normobáricas a GA. Tras una administración aleatoria de 50 mg de sildenafilo o placebo, se realizaron 2 tests en hipoxia normobárica a GA (3.900 m, equivalente al 12,8% de la FiO2) y 2 a una altitud normobárica moderada (2.100 m, equivalente a 16,2% de la FiO2). Cada test experimental consistió en 30 min al 55% del Wpico de altitud específica, seguido de una prueba contrarreloj de 15 km. El sildenafilo no afectó significativamente el Wpico, la FC, el VS, el CO ni la SaO2 comparado con el placebo a GA. En las pruebas experimentales al 55% del Wpico después de la administración de sildenafilo en altitud moderada, la FC y el CO fueron más elevados que con el placebo. En la prueba de contrarreloj, el sildenafilo no mejoró el rendimiento de la prueba. De hecho, el sildenafilo en altitud moderada redujo significativamente la potencia media (-4%) y también en el test de velocidad (-2%) en comparación con el placebo. El sildenafilo incrementó significativamente los valores de la SaO2 a GA (3%). Se concluyó que el sildenafilo tuvo poca o ninguna influencia en el suministro de oxígeno en reposo o durante el ejercicio, ya que no mejoró la SaO2, el CO, el Wpico ni el rendimiento en la prueba contrarreloj en hombres y mujeres a una altitud moderada o alta. Estos autores concluyeron que la magnitud de los efectos del sildenafilo podría estar determinada por la altitud geográfica y el posterior grado de hipoxia, proponiendo que los potenciales efectos beneficiosos del sildenafilo durante el ejercicio es poco probable que se obtuvieran a altitudes inferiores a 4.000 m.

Jacobs et al.32 estudiaron a 35 sujetos entrenados (20 hombres y 15 mujeres, ciclistas y triatletas) que realizaron un test Wpico a NM y otro a GA simulada (12,8% FiO2 o 3.900 m). Después se realizaron 3 pruebas de esfuerzo experimentales (30 min al 55% de capacidad específica de altitud + 6 km de contrarreloj), una a NM y las otras 2 en GA simulada, tras la ingesta de un placebo o 50 mg de sildenafilo, con un intervalo de 48 h, como mínimo, entre las pruebas. La administración de sildenafilo no afectó significativamente las variables cardiovasculares y hemodinámicas en reposo ni durante el ejercicio, ni mejoró el rendimiento ni el volumen de potencia pico en la mayoría de hombres o mujeres en comparación con los que tomaron placebo. Sin embargo, el sildenafilo evidenció unos valores de SaO2 significativamente más elevados en mujeres durante el ejercicio, en comparación con el placebo, a GA. La eficacia del sildenafilo durante el ejercicio en condiciones de hipoxia pareció que se relacionaba con la capacidad de aumentar el suministro de oxígeno y que los efectos posteriores dependían de la intensidad de la hipoxia y la susceptibilidad individual a la VPH. Tal vez un porcentaje muy pequeño de hombres y mujeres entrenados en resistencia podrían tener mejoras relevantes en el rendimiento aeróbico, después de la administración de sildenafilo a una altura simulada de 3.900 m.

Olfert et al.15 compararon el efecto del sildenafilo y del bosentán en 16 atletas (8 hombres y 8 mujeres). Cada sujeto realizó 2 pruebas de VO2max con un intervalo máximo de 2 días: un día en normoxia y otro en hipoxia normobárica (0,11% de la FiO2, equivalente a 5.000 m). Una semana más tarde, los sujetos realizaron una prueba submáxima progresiva a intensidades de 15% (ligera), 45% (moderada) y 90% (intensa) del VO2max en hipoxia. La duración del ejercicio en cada intensidad fue de 5 min, excepto en la última intensidad, que dependía de la capacidad del individuo para completar la carga de trabajo programada. Los sujetos recibieron solo un tipo de tratamiento sin informar qué fármaco se administraba (no se utilizó placebo). El mismo ejercicio se llevó a cabo antes y 1 h después de tomar una dosis única de sildenafilo (50 mg) o bosentán (62,5 mg) en el mismo día. Ambos fármacos causaron un ligero pero significativo aumento de la presión parcial de oxígeno en la sangre arterial (PaO2) y la SaO2 (3-4%) en reposo y durante el ejercicio en hipoxia, tanto en hombres como en mujeres. Por otra parte, la presión parcial del dióxido de carbono en la sangre arterial (PaCO2) disminuyó, pero solo cuando se administró sildenafilo. No hubo cambios significativos en la ventilación ni en otros parámetros arteriales. La FC en reposo y durante el ejercicio aumentó significativamente después de la administración tanto de sildenafilo como de bosentán en todos los sujetos. Se evidenciaron efectos relacionados con el género en las mujeres que mostraron mayor PaO2 y SaO2 en comparación con los hombres durante el ejercicio, después de la administración de ambos fármacos. Por tanto, el sildenafilo y el bosentán pudieron mejorar el intercambio de gas pulmonar en hombres y mujeres sanos en hipoxia. Sin embargo, no fue posible valorar si las ligeras mejoras en la oxigenación arterial (PaO2) correspondían a un mejor rendimiento físico en hipoxia. La posibilidad de que durante el ejercicio hipóxico tal mejora de la PaO2 pudiera ser fisiológicamente relevante es sugerente, pero la evidencia de un aumento de la capacidad de esfuerzo en personas sanas que utilizan sildenafilo sigue siendo elusiva.

Nuestro grupo de trabajo realizó un estudio transversal doble ciego para determinar los efectos del sildenafilo sobre los parámetros cardiovascular, respiratorio y metabólico en normoxia y durante la exposición aguda a la hipoxia hipobárica (4.000 m) en reposo y durante las pruebas de esfuerzo máximo y submáximo (60% VO2max) a 11 voluntarios no aclimatados a la altitud. Una hora antes del comienzo de la prueba se administró sildenafilo (100 mg) o placebo por vía oral. La primera fase (test incremental máximo) comenzó con 20 W, y se añadieron 20 W por minuto hasta el agotamiento. La segunda fase consistió en una prueba de intensidad submáxima, que se prolongó durante 6 min al 60% de la carga máxima de trabajo alcanzada en la primera fase. El descanso entre cada una de las 2 fases fue aproximadamente de 30 min, hasta que se recuperó la frecuencia cardíaca basal. Se concluyó que en condiciones de normoxia el sildenafilo no afectó al rendimiento. Del mismo modo, tampoco se encontraron diferencias significativas en los parámetros cardiovasculares y respiratorios en condiciones de hipoxia en reposo o durante el ejercicio. El uso de sildenafilo para mejorar el rendimiento físico en sujetos no aclimatados no se confirma con nuestros datos33.

Hemos incluido en esta revisión un metaanálisis realizado por Xu et al.34 sobre los efectos del sildenafilo a GA, aunque no incluyeran datos sobre los efectos del sildenafilo durante el ejercicio. Estos autores analizaron 5 artículos, 3 de los cuales ya han sido comentados anteriormente1,14,29. Se evidenció que la administración de sildenafilo puede mitigar el aumento de la PAP en hipoxia inducida por la exposición, pero no mejoró la SaO2 ni la FC. Por otra parte, los síntomas del mal agudo de montaña no disminuyeron con el tratamiento con sildenafilo.

En resumen, los diferentes parámetros cardiovasculares, ventilatorios y metabólicos que fueron evaluados en distintos estudios se presentan en la tabla 2. Las variables cardiovasculares que experimentaron más cambios después de la administración de sildenafilo fueron la FC, el CO y la SaO2, mostrando una cierta tendencia a aumentar sus valores en hipoxia. Sin embargo, los datos no fueron categóricos, ni en reposo ni durante el ejercicio. La presión arterial (sistólica, diastólica y media)1,18,29,31,32 y el volumen sistólico18,31,32 casi no se vieron afectados. Los parámetros de la función pulmonar (ventilación, volumen corriente, frecuencia respiratoria y tasa de intercambio respiratorio) no se vieron afectados por el fármaco14,15,18,30. Por último, los valores del ejercicio como Wpico1,14,15,18,29,31,32 o VO2max14,29 no son absolutamente concluyentes para poder afirmar que el sildenafilo mejora significativamente el rendimiento durante la exposición a la hipoxia aguda, independientemente de su naturaleza normobárica o hipobárica.

Hipoxia normobárica versus hipobárica

Un punto importante que hay que considerar al comparar todos los estudios citados es que hay que tener en cuenta la diferencia en las condiciones de hipoxia (simulada o natural) y el tipo de hipoxia (normobárica o hipobárica) a que fueron expuestos los sujetos, debido a que algunos estudios revelaron diferencias entre la exposición a la hipoxia normobárica y la hipobárica35-39. Al comparar ambos tipos de hipoxia, un estudio describió que la hipoxia hipobárica conduce a una mayor hipoxemia, hipocapnia, alcalosis e inferior SaO2 en sangre que en condiciones normobáricas. Estas diferencias fisiológicas podrían ser el resultado de un aumento de la ventilación del espacio muerto, probablemente relacionado con la reducida presión barométrica en hipoxia hipobárica38. Otro estudio señaló que algunas variables de la variabilidad de la frecuencia cardíaca se vieron afectadas en la hipoxia hipobárica, pero no en la hipoxia normobárica35. Sin embargo, otros factores tales como el tiempo de exposición a la hipoxia, el historial previo de aclimatación, la temperatura o la humedad deben ser considerados como posibles causas de estas diferencias. Por otra parte, el pequeño tamaño de las muestras de varios estudios también puede limitar las conclusiones que puedan extraerse de los resultados39.

Conclusiones

Debido a que la investigación inicial de los efectos del sildenafilo sobre la circulación pulmonar se llevó a cabo con pacientes con enfermedad cardiopulmonar, fue posible confirmar muy pronto que el sildenafilo es un vasodilatador eficaz de las arterias pulmonares, también en personas sanas, tanto en hipoxia hipobárica como bajo condiciones normobáricas1,14,29,30.

Sin embargo, se ha descartado toda mejora del rendimiento en condiciones de normoxia después de la administración de sildenafilo. Carece de evidencia científica el uso de sildenafilo como sustancia ergogénica en condiciones de normoxia, o la combinación de sildenafilo con esteroides anabólicos para lograr una mejor oxigenación de las fibras musculares y provocar su hipertrofia.

A pesar de la ambigüedad actual con respecto a la capacidad real del sildenafilo para mejorar el rendimiento deportivo, los estudios coinciden en que la eficacia del sildenafilo durante el ejercicio en altitud está relacionada con su capacidad para mejorar el suministro de oxígeno al aumentar la SaO2 y/o el gasto cardíaco. La magnitud de estos efectos parece que está determinada por la gravedad de la hipoxemia y la hipoxia, y por la susceptibilidad del individuo a la vasoconstricción pulmonar hipóxica y la respuesta individual al efecto del medicamento.

De acuerdo con los datos actuales, no parece probable que el sildenafilo pueda ejercer efectos beneficiosos de suministro de oxígeno o CaO2 durante el ejercicio intenso a altitudes inferiores a 4.000 m. Considerando que, a excepción de los alpinistas, ningún otro deporte se practica a esta altitud, el uso de sildenafilo como ayuda ergogénica parece ineficaz. Por el contrario, este fármaco puede causar posibles efectos adversos, tales como dolores de cabeza, hipotensión u otros desequilibrios cardiovasculares y hemodinámicos.

Todavía son necesarios más estudios sobre los efectos del sildenafilo o de otros inhibidores de la PDE-5 (tadalafilo o vardenafilo) en altitud. La dosis del medicamento, el grado de aclimatación de los sujetos y la intensidad del ejercicio son variables que deben ser controladas con el fin de evaluar los efectos beneficiosos reales sobre el rendimiento del ejercicio durante la exposición hipóxica aguda.

Conflicto de intereses

Los autores manifiestan que no participan en ninguna asociación, organización o entidad con un interés económico (como honorarios, becas de investigación, participación en agencias de conferenciantes, membresía, empleo, consultorías, propiedad de acciones u otra participación accionaria, y testimonio de expertos o acuerdos de licencia de patente), ni ningún interés económico (como relaciones personales o profesionales, afiliaciones, conocimientos o ideas) sobre el tema o los materiales tratados en este manuscrito.


Recibido el 2 de octubre de 2015;

aceptado el 8 de noviembre de 2015

* Autor para correspondencia.

Correo electrónico: gviscor@ub.edu (G. Viscor).

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